Las palabras están amontonadas. Las flores, este día, son hasta de cerámica.
Alzas la mirada y ves que tus ojos no son los únicos que no dejan de coquetear.
Hay días en los que el amor se respira en el ambiente y dicen, que justo el día de Sant Jordi es el más romántico para nosotros. Nosotros los de costa, los del dialecto y el Estatut. Los del "puño cerrado" que se gastan una fortuna en detalles. Nosotros, los catalanes, que nos tachan de fríos y que sabemos amar más que gastar. Que no dudamos en derrochar cariño, amor y amistad en forma de flor y de papel.
Que vamos más allá de unos bombones y que regalamos cultura y cariño. Dos cosas que empiezan igual y que tienen mucho más en común de lo que nos imaginamos.
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